Conservación perfecta de hojas de laurel: trucos y consejos

Cómo secar y conservar las hojas de laurel

El laurel es uno de los principales condimentos de nuestra cocina y es muy sencillo de cultivar en casa, ya sea en macetas o en un pequeño jardín. Si dispones de un espacio libre no dudes que será una gran elección en beneficio de tus platos.

El laurel Nobilus es la única de la familia de plantas de laurel que es comestible. No se suele consumir fresco ni recién recogido porque es demasiado aromático y tiene un sabor amargo y picante. Las hojas son duras, ásperas y peligrosas para comer en crudo. Por ese motivo hay que secarlo para utilizarlo en nuestros platos y después de almacenarlo correctamente para conseguir una larga duración de su aroma.

¿Cómo se conservan las hojas de laurel?

Esta famosa aromática suele ser utilizada seca para añadir sabor a sopas, guisos, sazonar carnes o pescados y cualquier otro plato que combine con su sabor suave y característico, especialmente para los que tienen una cocción lenta. Aparte de su uso en cocina, también tiene propiedades medicinales, como por ejemplo para bajar la inflamación, para la digestión o las dolencias estomacales e incluso aleja determinadas plagas en los jardines, ya que tienen propiedades antibacterianas.

Cómo secar las hojas de laurel

Hay varios procesos para llevar a cabo el secado, pero vamos a ver aquí el método más sencillo y tradicional, sin ningún tipo de herramienta adicional.

El árbol del que se va a recolectar es mejor si está maduro, con aproximadamente dos años de crecimiento. La mejor fecha es en el verano, cuando las hojas producen más aceites aromáticos y preferiblemente realizar la operación por las mañanas, cuando las hojas están secas.

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Se puede secar en dos formatos: recolectar y secar sólo las hojas o bien cortar ramas y secarlo en ramilletes. Ambos tienen un proceso y un tiempo de secado similar.

Para secar sólo hojas:

  1. Recoger las hojas con cuidado del árbol, para que no se rompan y seleccionar las que estén sanas y sin marcas. Preferiblemente que sean las más grandes. Si tienen algo de humedad, secarlas con un poco de papel de cocina.
  2. Preparar un espacio extendido que esté aireado, pero que no reciba luz solar directa ni tenga humedades. Extender todas las hojas sobre unos paños de cocina, todo lo separadas que se pueda.
  3. Dejar secar las hojas por espacio de dos semanas, removiéndolas de vez en cuando para asegurarse que se sequen por igual. Al cabo de ese tiempo, las hojas deben estar de un color verde oscuro y perfectamente secas, no tienen que tener ningún área suave al tacto. Si así fuera, dejarlas unos cuantos días más al aire.

Para secar en ramilletes:

El proceso sería similar, pero solamente tenemos que cortar con ayuda de unas tijeras de jardinero, unas ramas pequeñas y atarlas.

El mejor modo de almacenar nuestras hojas secas será en bolsas de plástico con cierres herméticos, o bien en tarros de conservas con tapa. De esta manera, se mantendrán protegidas de la humedad y conservarán su aroma y sabor por más tiempo.

Recuerda que el laurel es una especia muy utilizada en la cocina, por lo que si tienes la oportunidad de cultivarlo en casa y secar sus hojas de manera adecuada, podrás disfrutar de su sabor y aroma en tus platos durante todo el año.

Espero que esta información te haya sido útil y te haya ayudado a entender cómo se conservan las hojas de laurel. Si tienes alguna pregunta adicional o necesitas más información, no dudes en dejar un comentario. Estaré encantado de ayudarte en lo que necesites. ¡Hasta pronto!

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